Japón, un país de rica tradición cultural y tecnológica, ha sido testigo de civilizaciones que marcaron su historia milenaria. Sus raíces se remontan al período Jōmon (14,000–300 a.C.), conocido por su cerámica y asentamientos, y al período Yayoi (300 a.C.–300 d.C.), que introdujo la agricultura del arroz y estructuras sociales más complejas.

La monarquía imperial consolidó un sentido de continuidad cultural único, mientras los shogunatos entre los siglos XII y XIX mantenían el orden y fomentaban la cultura samurái. El shogunato Tokugawa (1603–1868) promovió estabilidad, aislamiento relativo y un florecimiento cultural notable.

La era Meiji (1868) modernizó Japón, impulsando industria, política y educación, y durante el siglo XX el país vivió conflictos y reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial, convirtiéndose en una de las naciones más avanzadas del mundo.

Hoy, Japón destaca por su combinación de tradición y modernidad, su patrimonio histórico, y su influencia en tecnología, cultura y gastronomía.